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Disculpen la molestia

Compartimos aca, esta reflexión radial de Eduardo Galeano, no implica que compartamos las ideas aca referidas, pero creemos que es un buen disparador para la discusion de ideas que surjan de la misma. Escuchamos comentarios.

Reflexión del día en el programa La Mañana conducido por Víctor Hugo Morales en Radio Continental, el 6 de mayo.

Quiero compartir algunas preguntas, unas moscas que me andan zumbando en la cabeza que tienen que ver con la justicia: si es justa la justicia, si está parada sobre sus pies, la justicia del mundo al revés? Porque ahora se escuchan clamores por todas partes exigiendo la pena de muerte, pero no demandan castigo sobre los amos del mundo esos clamores, faltaba más, los clamores claman contra los asesinos que usan navaja, no contra los que usan misiles, y uno se pregunta: ya que esos justicieros están tan locos de ganas de matar, por qué no exigen la pena de muerte contra la injusticia social.

Es justo un mundo que cada minuto destina tres millones de dólares a los gastos militares, cada minuto tres millones de dólares a los gastos militares mientras cada minuto mueren quince niños por hambre o enfermedad curable?. Contra quién se arma hasta los dientes la llamada comunidad internacional? Se arma contra la pobreza o contra los pobres? Por qué los fervorosos de la pena capital no exigen la pena de muerte contra los valores de la sociedad de consumo que cotidianamente atentan contra la seguridad pública? O a caso no invita al crimen el bombardeo de la publicidad que aturde a millones y millones de jóvenes desempleados, mal pagados, repitiéndole noche y día, día y noche que ser es tener; tener un automóvil, tener zapatos de marca, tener, tener y quien no tiene no es.

Y por qué no se implanta la pena de muerte contra la muerte? El mundo está organizado al servicio de la muerte. Hoy fabrica muerte la industria militar, que devora la mayor parte de nuestros recursos y buena parte de nuestras energías. Los amos del mundo sólo condenan la violencia cuando la ejercen otros. Y este monopolio de la violencia se traduce inexplicable para los extraterrestres y también insoportable para los terrestres que todavía queremos contra toda evidencia sobrevivir. Los humanos somos los únicos animales especializados en el exterminio mutuo y hemos desarrollado una tecnología de la destrucción que está aniquilando de paso al planeta y a todos sus habitantes. Esa tecnología se alimenta del miedo. Es el miedo que fabrica, que justifica los enemigos del derroche militar y policial; y en tren de implantar la pena de muerte: qué tal si condenamos a muerte al miedo? No sería sano acabar con esta dictadura universal de los asustadores profesionales, los sembradores de pánico que nos condenan a la soledad y nos prohíben la solidaridad, sálvese quien pueda, aplastaos los unos a los otros. El prójimo es siempre un peligro que acecha. Ojo mucho cuidado, este te robará, aquel te violará, ese cochecito de bebé esconde una bomba musulmana y si esa mujer te mira, esa vecina de aspecto inocente es seguro que te contagia la peste porcina.

En el mundo al revés dan miedo hasta los más elementales actos de justicia y sentido común. Pero, no nacieron para caminar juntos, bien pegaditos el sentido común y la justicia?
Ahora el mundo está triste porque se venden menos autos, una de las consecuencias de esta crisis mundial feroz es la caída de la próspera industria del automóvil. Si tuviéramos algún resto de sentido común y alguito de sentido de la justicia, no tendríamos que celebrar esa buena noticia? O acaso la disminución de los automóviles no es una buena noticia? Desde el punto de vista de la naturaleza que estará un poquito menos envenenada y desde punto de vista de los peatones que morirán un poquito menos.
Según Louis Carrol la reina explicó a Alicia cómo funciona la justicia en el País de las maravillas. Dijo la reina: ahí lo tienes, está encerrado en la cárcel cumpliendo su condena pero el juicio no empezará hasta el próximo miércoles y por supuesto, el crimen será cometido al final.

En El Salvador, el arzobispo Hernán Gandulfo Romero comprobó, que la justicia como la serpiente, sólo muerde a los descalzos. El murió a balazos por denunciar que en su país los descalzos nacían de antemano condenados como en el cuento de la reina, por delito de nacimiento.
El resultado de las recientes elecciones en El Salvador no es de alguna manera un homenaje? Un homenaje al arzobispo Romero y a los miles que como él murieron luchando por una justicia justa.
En el reino de la injusticia a veces terminan mal las historias de la Historia, pero ella, la Historia, no termina. Cuando dice adiós, dice hasta luego.

1 comentario en “Disculpen la molestia”

  1. Hace unos años vengo con Galeano a cuentagotas: El libro de los abrazos (maravilloso), Las venas abiertas de América Latina (quizás, el más popular), Memorias del Fuego (trilogía), Espejos (el más reciente). Todos recomendados.

    Encierra amucha profundidad este escritor. Yo, al menos, he encontrado en él mucha humanidad. Es un pensador importante para el Siglo XX-XXI, un americanista de pura cepa.
    ME ENCANTÓ el post, me parece enriquecedor. Porque al TODO se lo encuentra en todo.

    Un beso
    More.

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